El poder de los micronutrientes en los cultivos
El suelo necesita diferentes micronutrientes para producir los cultivos en optimas condiciones. Le contamos cuáles son los principales y sus funciones.
Así como los insumos para invernadero son un factor externo importante para el saludable crecimiento de los cultivos, el manejo adecuado de la nutrición es una condición interna extremadamente importante para producciones sanas y vigorosas. Así, los nutrientes son uno de los elementos de combustión para optimizar los rendimientos, por ello, debe ser una prioridad de los agricultores.
Dentro del alimento de los cultivos se encuentran los macronutrientes y los micronutrientes, ambos igual de importantes, pero en esta ocasión queremos enfocarnos en los beneficios y el poder que tienen los micronutrientes, debido a que se suele hacer más énfasis a los macro.
Sin embargo, los micronutrientes tienen la capacidad de afectar directamente el crecimiento y el desarrollo de los cultivos, y aunque la demanda de ellos sea relativamente pequeña, una presencia deficiente de ellos hará que la calidad de la producción merme. Por esto, se utilizan diversos métodos como las geomembranas, para aislar y proteger el suelo de los cultivos y de los estanques que alimentan los sistemas de riego.
¿Cuáles son los importantes?
Son siete los principales micronutrientes que necesitan todas plantaciones, que en algunos casos son suministrados por la propia tierra y el agua, pero que en otros es necesario incluirlos mediante la fertilización. De estos, cuatro son los que mayor influencia tienen en el rendimiento agrícola:
• Boro: es un elemento importante debido a que es el encargado de transportar el azúcar, de la formación de la pared celular, de la producción de los aminoácidos, de la floración, fructificación y reproducción del cultivo.
Cuando existe una deficiencia de este, el crecimiento joven se ve atrofiado, las hojas se deforman, mueren los puntos de crecimiento, se presentan lesiones de color marrón y clorosis amarilla en las hojas.
• Hierro: es fundamental en la producción de la clorofila, y por lo tanto para la fotosíntesis y la composición enzimática. Además, tiene incidencia en la transferencia de energía, la reducción y la fijación del nitrógeno, así como en la formación de lignina. Una deficiencia de este elemento provoca un color amarillento entre las venas de las hojas más jóvenes.
• Manganeso: influye en la producción del cloroplasto y es un participante activo en el proceso de fotosíntesis, además de que activa enzimas y contribuye en la germinación y la madurez de los cultivos.
La deficiencia de manganeso suele confundirse con la de hierro, porque también se manifiesta como clorosis amarillenta entre las venas de las hojas más jóvenes, sin embargo, la transición es mucho más leve.
• Zinc: es un componente que aporta muchas enzimas importantes en las etapas tempranas de crecimiento; el desarrollo de raíces, semillas y frutos; la fotosíntesis; el balance de las hormonas y en la actividad auxiliar.
La insuficiencia de zinc se manifiesta de manera diferente en cada tipo de cultivo, pero los síntomas más comunes incluyen el retraso en el crecimiento, la longitud reducida de entrenudos, hojas jóvenes más pequeñas y un color amarillento en las hojas inferiores.
Debido a las reacciones químicas dentro del suelo, la disponibilidad de micronutrientes está controlada en última instancia por el equilibrio entre la solución del suelo, la materia orgánica, los sitios de intercambio catiónico y los compuestos insolubles de micronutrientes. Es por ello que la valoración de los nutrientes es esencial para garantizar un crecimiento óptimo y unos productos de alta calidad.
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